En cada tarea que hacemos hay algo de diversión. Encuentra ese algo, y el trabajo te resultará un juego.
En otras palabras, todo aquello que nos divierte, no motiva y nos crea interés, nos resulta más fácil de hacer y aprender. Y esto es aplicable a todas las etapas de la vida, especialmente en los primeros años de vida.
Grafomotricidad
Y es en estos primeros años de los que hablamos, donde tenemos que reforzar muchos aspectos como es el trazo, no sólo porque son necesarios para los niños/as de 0-6 años para la manipulación de elementos del entorno, sus relaciones sociales y para desenvolverse en el medio, sino también será fundamental para sus aprendizajes en etapas posteriores.
Así, con el fin de favorecer una escritura firme, clara, estable y continua, es necesario trabajar distintos trazos como trabajo previo y complementario al trazo de las distintas letras.
Pero como venimos diciendo, debemos tener en cuenta siempre la motivación del alumnado. Así, para trabajar la grafomotricidad de una manera más creativa, divertida y lúdica a la vez que didáctica, podemos emplear en el aula materiales como el que os presento a continuación:
CUADERNO DE GRAFISMOS
Indagando por Internet, especialmente en pinterest, puedes encontrar miles de recursos e ideas para trabajar el grafismo partiendo del principio de creatividad. Y entre esos recursos, encontré este curioso cuaderno de grafismos de Eva Jiménez, el cual me llamó mucho la atención y, por ello, me decidí a introducirlo en el aula. Se compone de varias páginas, las cual recreé personalmente y a mano (bastante trabajo, pero el resultado es muy bonito, además de que iba llamando la atención de los niños/as al verme elaborándolo), con diferentes trazos, desde círculos concéntricos y espirales a líneas, ondas y figuras geométricas. Lo bueno, es que estas plantillas no son fijas, sino que puedes ir añadiendo nuevas según se te vayan ocurriendo a ti o a los alumnos/as.
APLICACIÓN EN EL AULA
Al principio tuve dudas de como introducirlo y de si iba realmente a llamar la atención de los niños y niñas, pero en cuanto lo presenté la curiosidad reinó el ambiente. Lo presenté como un cuento, un cuento sin letras pero con mucho color y muchas formas.
En primer lugar, analizamos las distintas páginas, viendo qué nos presentaban y qué nos sugerían. Para ellos, había arañas, ojos en varias dimensiones, vallas, flores y banderas, entre otras cosas.
A continuación, ofrecí la posibilidad de reproducir estos modelos a su manera en un folio dividido en 6 partes y con los colores que quisieran, pero estableciendo algunas normas:
1. El libro debía permanecer en un rincón de la clase establecido previamente para que los niños se acercaran a ojearlo cuando lo necesitaran y elegir el modelo que quisieran representar.
2. Debían respetar el turno, esperando en fila a que el compañero de delante terminase de utilizar el libro.
3. En cada casilla podían dibujar lo que quisieran, pero sin mezclar modelos.
4. ¡MANOS A LA OBRA!
Cada vez que lo utilizamos, se muestran muy concentrados e interesados por la actividad. Ahora que hemos ido avanzando con el tema del arte y los pintores, añadiré nuevas plantillas que nos recuerden a esas obras artísticas que tanto nos han gustado y que les encantará recrear de nuevo.
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